Espiritualidad Disfrazada
Al interior de la búsqueda y las experiencias que nos llevan a respuestas para el escenario presente en el que vivimos, existen ejemplos de seres que maravillosa y constantemente muestran su grandeza de forma simple desde lo cotidiano:
La persona que te encuentras en el parqueadero y que te acoge con su mirada y gentileza. O aquella que desde el anonimato te envía mensajes claros que satisfacen tu vacío o inquietud; en fin, son tantas las formas de encontrar seres que acompasan nuestra realidad y que hacen nuestro transito llevadero y muchas veces mágico.
Es ahí en donde todo confluye para un bien mayor y entramos entonces en las esferas de la creación consciente y paciente de nuevos horizontes llenos de esperanza y regocijo.
Este mundo y el universo mismo son cambiantes en razón de su dinámica de movimiento continuo; en esta perspectiva, lo que concebíamos como predestinado en nuestra mente, resulta una simple ilusión creada desde la carencia de respuestas claras a nuestras dudas humanas generadas a partir de la búsqueda de un bienestar propio y común.
Nos enredamos en discusiones sobre nuestras creencias y posturas que consideramos innegociables por estar inspiradas en nuestros valores de familia, de nuestro circulo de influencia, de imaginarios colectivos en los que nos matriculamos.
Partimos así de “verdades absolutas” para nuestra mente viciada en sus percepciones por un ego que disfraza los miedos que se suelen ocultar en esa “fachada” que mostramos en las redes sociales, “filtros” conformados por posturas discrecionales dirigidas a una sociedad hambrienta de mundos perfectos, ideales y fantasiosos que carecen de fondo y fundamento.
Nace allí la absurda comparación: Bueno, y si esa persona que se describe a sí misma como un Ser designado por los dioses para circular como deidad por el mundo, que todo lo sabe y que todo lo comprende y que vive una vida intachable para las redes sociales, para los círculos de espiritualidad, para la medicina cuántica, para las conciencias multidimensionales, es tan perfecta, ¿Qué somos los inocentes imperfectos, pecadores mortales que observamos tales divinidades vacuas?
Escribo este texto como invitación para que analicemos un poco tanta mentira disfrazada de espiritualidad, de respuestas del más allá, y nos centremos fielmente en nuestra realidad que está en continuo descubrimiento desde la imperfección, desde el día a día que va mostrando caminos llenos de milagros que se encuentran en nuestro interior por la magnífica experiencia de la vida con sus aciertos y desaciertos.
De esta forma se hace bello este paso por la tierra, sin desconocer obviamente las presencias invisibles que nos contienen y nos abrazan.
Derribemos de a poco los contenidos provenientes de los gurús falsos, profetas virtuales que invaden las redes de canalizaciones que solo ellos tienen el don de realizar. Marías Magdalenas que no paran de creerse las amadas por Jesús en esta encarnación. Personas que pretenden adoptar culturas ancestrales como propias, sin detenerse a conocer un mínimo de su historia y lo que las constituye realmente en sabias y milenarias.
¡Amigos despertemos! Abramos los ojos del alma y usemos lo más preciado que nos fue entregado, el discernimiento y el criterio que nos sustenta como seres pensantes y sonantes con corazones despiertos y dispuestos a crear un mundo mejor desde nuestra realidad más profunda y cercana a lo que somos, a nuestra valiosísima autenticidad.
Abrazos sin filtro,
Mónica Fuquen.
Octubre 5 de 2022.