Aceptación Serena
Aunada a la actitud (a la que ya he me referido en anteriores oportunidades), existe la aceptación serena de nuestra vida y sus cambios. Vivir en gratitud por todo aquello que nos sorprende a través de momentos que nos dejan sin aliento.
En estos tiempos la fuerza que se atrae es retadora y hace que todo aquello que dábamos por cierto y seguro se desdibuje y nos lleve a pasar por etapas de desconcierto y ajuste, en las que nos replanteamos todo cuanto existe tanto en nuestra realidad, como en la de los seres que nos rodean.
¿Pasos que caracterizan la aceptación serena?
Es en ese preciso momento en el que la aceptación serena cobra vida, y ¿Qué puede considerarse asertivo frente a esta aceptación?
Para dar respuesta a esta pregunta plantearé los siguientes pasos que he aplicado con éxito y sobre todo con amor compasivo hacia mis inquietudes:
- Observación objetiva de la situación que se enfrenta, es decir dejar a un lado las emociones que nos produce o, cómo bien decían las abuelas: “dejar de sentirnos el centro del universo” y saber que lograr una perspectiva de las cosas con “cabeza fría” suele ubicar las situaciones sobre una dimensión menor a la que percibimos desde la vulnerabilidad “sin filtro”.
- Encontrar desde esta mente, emoción, e interacción con la situación, una forma apropiada para afrontarla a través de herramientas, claras, precisas y aplicables para su real solución.
- Saber que nada es eterno y permanente y que al igual que empezó, terminará dejando las enseñanzas necesarias para continuar presenciando la grandeza de estar vivos en medio de la serenidad que visualiza el caos sin integrarlo como propio, o personal.
- Si bien los nuevos tiempos exigen cada vez más atención plena, somos frágiles ante la sorpresa del cambio, más aún, tenemos la fuerza y el potencial para liderar estos caminos con la certeza del aprendizaje y su lección que deja lo que “realmente sucede”, para así renunciar al apego de lo que “no pudo ser”.
La aceptación y el agradecimiento son claves para empezar cuantas veces sea necesario con la información que nos hace ser libres de ataduras y vivencias del pasado, que obviamente nos han dejado huella para evolucionar sin peso y culpa para reinventar nuestra realidad presente.
Abrazos,
Mónica Fuquen.